Las clases de “jardín musical” para niños de 3 a 4 años y de 5 a 6 años están diseñadas para introducir a los más pequeños al mundo de la música de una manera lúdica y divertida. Aquí hay una descripción de cómo suelen ser estas clases:

1. Exploración de instrumentos: Los niños tienen la oportunidad de explorar una variedad de instrumentos musicales de percusión y pequeños instrumentos melódicos como xilófonos, campanas, maracas, tamborines, etc. Esto les permite experimentar con diferentes sonidos y texturas.

2. Canciones y juegos: Se utilizan canciones simples y juegos musicales para enseñar conceptos básicos de ritmo, melodía y expresión musical. Los juegos pueden incluir actividades de movimiento, imitación de sonidos, seguir el ritmo con palmas y pies, entre otros.

3. Desarrollo del oído: Se trabajan actividades para desarrollar el oído musical, como reconocimiento de sonidos ambientales, reconocimiento de patrones melódicos simples, y juegos de escucha activa.

4. Conceptos básicos de teoría musical: Se introducen conceptos simples de teoría musical, como la diferencia entre alto y bajo, rápido y lento, fuerte y suave, así como la noción de pulso y compás.

5. Narración musical: A través de cuentos y narraciones musicales, se les enseña a los niños a relacionar la música con diferentes emociones, situaciones o imágenes.

6. Exploración del movimiento: Se fomenta el movimiento creativo y la coordinación a través de actividades de danza y movimiento que acompañan a la música.

7. Iniciación al canto: Se introducen canciones simples con letras fáciles de recordar para que los niños canten junto con el grupo, desarrollando así su habilidad vocal y su confianza.

Estas clases suelen ser cortas, de aproximadamente 30 minutos a 1 hora, y se centran en mantener la atención de los niños a través de actividades variadas y estimulantes. El objetivo principal es cultivar un amor por la música y sentar las bases para un futuro aprendizaje musical más formal.